ESTADO DE ALERTA Y MOVILIZACIÓN POR QUITA DE DERECHOS
Desde ATUNAJ expresamos nuestro descontento y preocupación por el rechazo, por parte de los Paritarios que representan a las Autoridades de la UNAJ a la formalización de contar con los 30 días en Enero para el goce de la Licencia Anual Ordinaria (vacaciones), como viene sucediendo desde los inicios de la UNAJ. También se ha rechazado la propuesta de ATUNAJ de contar con dos semanas en el invierno coincidentes con el receso académico y el periodo entre cuatrimestres, como lo tienen muchas de las Universidades Nacionales. Una vez rechazada la propuesta de ATUNAJ, no existió ninguna contrapropuesta ni adecuación, como así tampoco, fundamentos sólidos para el rechazo por parte de los Paritarios que representan a las Autoridades de la UNAJ. Los argumentos para rechazar ambas propuestas fueron, por un lado, que el desarrollo de la Universidad requiere que se realicen tareas tanto en Enero como en el receso de invierno, por la falta de personal y aprovechando la no concurrencia de Estudiantes y Docentes. Es de público conocimiento que la cantidad de Trabajadores y Trabajadoras Nodocentes es escaso para que la UNAJ lleve adelante sus funciones básicas de Educación, Investigación y Vinculación, teniendo en cuenta el promedio del Sistema Universitario. Cuestión que venimos reclamando, pero que el goce de vacaciones para casi la totalidad de Trabajadores y Trabajadoras Nodocentes, se otorgue en los períodos que no hay actividades (ya sea en Enero o en el receso de invierno) permite que la UNAJ pueda funcionar con la mayor cantidad de Trabajadores y Trabajadoras Nodocentes, cuando se desarrollan las actividades principales e importantes. Por ejemplo una de las acciones más relevantes: el Curso de Preparación Universitaria CPU, puede contar con la mayor atención posible gracias a que en Febrero cuenta con la totalidad del personal, aun siendo escaso. Por otro lado, el argumento planteado por las autoridades de la UNAJ, para rechazar las propuestas, es que es importante, que las tareas de mantenimiento se realicen en Enero o en los recesos académicos, cuando no hay concurrencia de Docentes y Estudiantes, y que en las áreas de liquidación de haberes tienen que asistir al menos la última semana y la primer semana, que con el poco personal no pueden garantizar el otorgamiento de los 30 días, y complica mucho cuando se trata de los 14 días en receso de invierno. Desde ATUNAJ consideramos este argumento una falacia, porque como menciona nuestra propuesta esos días pueden ser otorgados en otro momento, y por otro lado la falta de Trabajadores y Trabajadoras Nodocentes es general y en áreas sensibles es más notorio aún. Otro argumento esgrimido también por los Paritarios en representación de las Autoridades de la UNAJ, para rechazar la propuesta, es que en otras Universidades no se utiliza este mecanismo. Esto es una falacia, ya que como dijimos anteriormente, se otorga en muchas Universidades Nacionales, y particularmente en la UNAJ se viene estableciendo el receso en Enero y en Julio, desde sus inicios, poniendo los 30 días de Enero para el goce de la Licencia Anual Ordinaria, y una semana en Julio. Así quienes consideramos que la Justicia Social plena puede ser lograda a través de la conquistas de derechos, destacamos que en la UNAJ faltan lograr muchas otras cuestiones a las que aún no hemos tenido respuesta, como por ejemplo: las Condiciones de Trabajo, contar con los elementos básicos para desarrollar nuestras tareas, una Estructura Orgánica Funcional que permita el desarrollo adecuado de la Universidad, contar con la dotación de personal adecuada en relación al Convenio Colectivo de Trabajo y al Sistema Universitario, falta de información sobre el destino del financiamiento para cargos Nodocentes, entre otras.
Así nos encontramos en un estado de alerta y movilización, porque consideramos que el rechazo por parte de los Paritarios en representación de las autoridades de la UNAJ a formalizar una situación que venía dándose desde los inicios de nuestra Universidad, de manera informal, genera que pase a ser una situación de privilegio, otorgada discrecionalmente por las autoridades de la UNAJ y un retroceso en nuestros Derechos.
